Prevaleces sobre mi.

Paloma y milano que en nosotros viven,
fusiónanse en rayo animalizado,
tu cuerpo vibra todo subyugado,
si mis manos anhelantes circunscriben,

los accidentes de tu anatomía,
humana y divina, de pies a cabeza;
me lanzo sobre ti con grán fiereza,
abarcando tus encantos, te hago mía;

hasta la lúna palida y fría,
se enciende y vira a un rojo pasión,
en mi abrazo te tengo, mas el día,

al clarear aclara tambien mi razón,
pues si yo poseo tu cuerpo estremecido,
tu posees mi alma y me has vencido.