Abuelitas al sol

Con tus rugosos surcos abrazando tus pupilas
tatuajes del frenético andamiaje del deber
ejércitos de miradas dislocando el horizonte
longevas lágrimas preñadas de nostalgia
memorias nietas de robustas memorias
Hijos que se trepan por las rodillas de la vida
cuidadosos pasos que acarician al tiempo
hiedra de suspiros encarando al cielo
reposada y sosegada melancolía hecha mujer
recuerdos que se desvanecieron al compás del reloj
inmortales velas y pasteles incrustados en tu corazón.
Paisaje repleto de olvido y desazón
país descalzo nutrido de adiposos arrepentimientos
Hermosa señora cúmulo de efímeras vivencias
Hileras grises de anárquicos cabellos
Neófita amante de la soledad
ya no buscas a tu media luna entre las estrellas.
Sabiduría que se desprende de tu longeva humanidad
Bendita abuelita al sol que enterraste a la providencia
En cotidianos sepelios poblados de adustos silencios.
Bendita abuelita al sol que te sientas todos los días
frente al sonoro y gigantesco mar de concreto
A escuchar el ancho Trajín de las olas de la ciudad…