Historia mutua

poema de EmptyJack

Recuerdo aquella noche
Aquel cielo estrellado, resguardado por la luna llena
Esa noche, cuando la distancia no impedía que estuviéramos cerca.
Cuando el peso de la vida de pronto se aligeraba y éramos sólo tú y yo,
tentados por la curiosidad, movidos por esa emoción,
que nos hacía querer estar junto al otro y sentir su calor.
¡Ah!.. Esa sensación,
la misma que nos hacía soñar
que dominábamos el tiempo y el amor,
que nos hacía soñar
que una vida de decepciones y dolor,
por fin podrían curarse.
Aquella hermosa y teñida,
la misma que tan repentinamente se nos escapó de las manos
que nos hizo perdernos en el mar de nieblas donde siempre habíamos estado
y ahora, con la soledad en el pecho, la desgracia había vuelto.
Aquella sensación extasiante y maravillosa
se había convertido en una marchitada miseria.
Podíamos escuchar a lo lejos fantasmas de nuestros pasados
que nos buscaban por separado, y nos incitaban,
que nos tentaban con promesas espectaculares de cambio y redención
y aunque se pareciesen honestas intenciones, se sentían como falacias y mentiras.
Poco a poco nuestra fe empezó a mermar,
nuestras necesidades a demandar
y nuestra sensatez a ceder.
Por dentro nos sentíamos solos, temerosos y abandonados,
todo había cambiado, incluso nosotros mismos,
incluso aquellos recuerdos, ahora parecía que nada hubiera sido real
sólo ilusiones, sólo espejismos,
un lugar imaginario al que ya no podíamos volver.

Y aun así…nos extrañábamos

…Los meses habían corrido,
todo empezaba a lucir más…normal
a lucir más como el lugar que había sido antes de toda esta aventura,
en la superficie, se sentía algo bien
pero los recuerdos…

Después de algo de tiempo, todo se había vuelto pesado
nuestro tiempo terminaba siendo poco,
y lo que fuera que hiciésemos, no los llenaba.
Y mientras yo añoraba aquellos jueves por las tardes,
tú seguiste hacia adelante
y aunque volteaste muchas veces, no volviste.
Efectivamente, nuestras vidas habían cambiado
pero… ¿Éramos igual de felices?
No… al principio, quizás lo había sido, tan sólo un poco
mas nuestro vacío seguía ahí.
…El reloj siguió andando
La realidad había comenzado a colapsar,
esas figuras, amables y simpáticas cuyas manos ofrecieron
se sentían frías e incómodas,
el tiempo continuaba agotándose aún más
y la presión se intensificaba,
la urgencia de esos recuerdos se hizo notable.
De pronto, alguien llamó, era familiar… no era un desconocido
¡Era… era..!
Un sobresalto por una sorpresiva llamada, era esa persona,
que conmigo había compartido la luz de la luna,
quién conmigo se conectó por luz,
esa desaparecida persona, que tanto dejó en mí, había vuelto a mi vida
pero aún así, todo había cambiado, incluso nuestras vidas.
No podíamos simplemente regresar,
así como no podíamos simplemente volver en el tiempo,
pero estaba ahí…
Una mirada al pasado,
una simple memoria de felicidad y de pasión,
sólo eso basta para enviar todos nuestros pensamientos a un campo minado,
llenarlos de ideas, confundirlos, y hacerlos explotar.
Queríamos regresar todo a esas noches o a esos jueves por la tarde
pero… ¿Por qué? Si de pronto todo había desaparecido, sin habernos dado cuenta.
Estábamos perdidos y solos en un mundo gris,
con colores sólo en la cercanía, pero ennegrecido en sus profundidades,
sin más que un vago significado trivial y distante,
sintiendo todo el tiempo que algo está faltante,
y recordando… e imaginando, lo que pudo haber sido.
Ahora hemos visto en el horizonte una nueva posibilidad,
una nueva oportunidad, para hacerlo bien,
para no dudar, para no tener que temer,
para hacer que todo sea como debe ser,
para amarnos y ser felices otra vez;
para volver a esos hermosos tiempos en donde el mundo era nuestro.
Nuestra historia, nuestra y de nadie más.
Es una decisión que el destino no podrá decidir,
porque no existen significados cósmicos en coincidencias.
Sólo queda lo que vemos, lo que sabemos y lo que hacemos.
Desde el momento que entendimos esto,
hemos estado esperando por esa decisión.