¡Qué mierda, se fragmentó mi alma!

poema de Emil Cerda

“Estuve buscándome durante años, en la vereda de la incertidumbre, ya que, como siempre, tengo que darle un poco de emoción a mi nefasta vida. Vi un niño sentado en un poste de luz, pero, al parecer, no tenía fulgor. ¿Por qué? Porque ya se lo habían robado.

”No siento remordimientos por cometer algo malo; ni siquiera mi corazón me advierte, sino que se divierte. ¿Qué tan hiriente puedo ser al solamente tener la intención de invertir la verdad por la mentira? Sí... Eso fue lo que dije.

“«¿Me amas?», me interpelaba ella al hablar por WhatsApp, y yo: «Claro que te amo», mientras otra me besaba. Yo me siento tan mal, porque yo no era así. ¡Por qué diablos nací? Yo no debí haber pasado por tantas cosas., Señor, ¿en serio viviré para dejarme llevar por este frenesí? ¿Para que me conozcan como un loco y no como el señor Demorizi?

“Yo hasta vergüenza me doy a mí mismo, no obstante, tengo que hacer algo presuroso. Yo no puedo seguir con esto. Estoy descuidando mi empresa, mi perra, mi familia, mis remesas y mis promesas. ¿En serio yo nací para ser conocido como un ruin?

”Qué infeliz, ¡coño! Esto es el colmo. Cualquiera ciñe el proyectil de plomo y se quita la vida antes del dos mil ochenta y ocho. Por favor, Jesús, hazme un señor Demorizi antes de que me suicide pronto.

“Me cae mal la Paroxetina, puesto que me hace defecar; el Carbonato de Litio, dormir más; creo que optaré por la Fluoxetina, para que la libido disminuya bruscamente. Muchos artículos de periódicos se queman; el cenicero lo perdí después del ataque maniaco. ¿La llamo? No, puesto que nadie me escribió después de que me hayan despedido del trabajo.

”Quiero un nombramiento como psicólogo en un hospital taciturno, para que así mis pacientes no tengan turnos, sino que se guíen con mi luz en medio de la obscuridad densa, porque yo no nací pa’ enamorarme, sino pa’ sanar el alma de personas traumadas tercas. Estoy tan triste al escribir esta marca, que me siento descender lentamente por el abismo del mar, convirtiéndome en un pez diablo de Johnson, ya que con luz me sofoco y me comporto como el orto. ¡Jo, jo, jo, jo! Yo no lo noto. Ojo con los hoyos o con los monos; son lobos bobos, como gordos somos todos.

“Cuando escuches que hablan de mí, solo créeles. Y aléjate de mí, total, ¿a quién le importo?".