Lucha interna

Mente paralizada, cuerpo invadido de nerviosismo y ansiedad.
¿Por qué me seguiré metiendo a mi misma en tanta enemistad?
¿Por qué me es tan fácil odiarme? y luego simplemente despertarme.
Rodeada de miedos, olvidándome de respirar, dejando atrás todo posible reaccionar.

Unas largas horas que siento un descontrol enfermizo,
¿Por qué será este monstruo tan ágilmente escurridizo?
Ruego que me suelte, no hace caso, sigue destruyéndome, no puedo más.
Solo me repite una y otra vez, todo lo que he hecho y hago mal.

En mi cabeza la confusión reina, será que tiene razón y soy un desastre.
Sera que no sirvo ni para entender esa mierda de desestrezarme.
Parada en el punto más alto, viendo a las hormigas pasar,
o acostada en el piso tratando de mi vida reflexionar.

Nada sirve, nada servirá, es cuestión de esperar,
a que el monstruo se aburra de conmigo jugar.
Nadie a quien recurrir, nadie que me pueda salvar,
ni con el propio Morfeo me logro dormitar.

La productividad es algo imposible en este estancar,
tratas de hacer algo y te demuestra tu propia inutilidad.
Cruel monstruo, al fin me soltó, cruel monstruo, todas mis energías se llevo.
Debilitada, debo empezar, nuevamente a los destrozos del monstruo limpiar.

Y de repente, logro la autoestima recuperar,
sabiendo que ya pronto, de vuelta, me la vendrá a robar.
Me preparo, esta vez, más fuerte que la anterior, poniendo fortalezas,
tratando de contraatacar mi propia maldita naturaleza.

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