Conocí a una chica

Conocí una chica.
Parecía normal; era muy hermosa, pero eso no era lo que cautivaba; era amable, pero no se distinguía por eso; tenía un humor un poco sarcástico, pero parecía sacar lo mejor de las cosas; su sonrisa era algo pícara y cuando la escuchabas a veces olvidabas donde te encontrabas, como si te desconectaras.

Pero lo que me llamó la atención fue su mirada, había algo extraño en ella, algo diferente; transmitía calma y tranquilidad, los demonios dejaban de hacer ruido y uno a uno se iban desvaneciendo, a veces por minutos a veces por horas.

En realidad lo que me sedujo fue como te miraba cuando estaba seria, sentías como te escudriñaba, sentías como iba abriendo una a una cada puerta, como si tuviera todas las llaves; esa mirada era diferente, peculiar y me era familiar; se parecía a la mía.