Alegoría

Yo inspiro una alegoría
De un pasado incierto e
Inseguro hasta cierto límite
Pero es ahí cuando está él.

Inconcluso y determinado se volvió,
Un turbio y agrio momento,
Las blancas flores marchitas estuvieron
Y todo de repente triste llegó.

Balbuceo centenares de sílabas,
Escabullo una colonia de palabras,
Entre oscuros claveles salto
De punzante vidrios rotos.

Esculpo una delgada línea
Entre la locura y la razón;
Mi mente en nada piensa,
Está silente, enmudecida.

Intenté concentrar el tiempo
En otros pensamientos de esos
Momentos alegres, felices;
Pero aún sigo pensativo.

Embalsamo un montón de recuerdos
Inéditos de mi cerebro, de la memoria;
Para no volver a reconocerlos
Y seguir un recto camino.

Tan pronto como aparecieron
Se esfumaron, se fueron;
Y todavía en las alegorías
Algo insípidas quedaron.