Yo estoy para ti...tú no estás para mi

poema de Ray Veron

Una hora de tranquilidad,
equivale a mil horas
de nerviosismo
y mal humor,
(sobretodo si es provocado
por un tercero).

Te aviso que ayer
me equivoqué,
pero hoy no tanto...

Lo que tú no valoras de mi,
los demás si,
nunca es suficiente lo que te doy,
y te has acostumbrado tanto
a que sea tu apoyo,
que lo tomas al natural,
como una obligación
que mereces,
y si recibes de mi,
una negativa,
te ofendes,
y luego haces berrinches
como un infante,
porque no cumplo
según tus caprichos.

Estoy harto de dar
la cara y poner el cuerpo,
para luego quedar como el malo,
relegado,
a un costado,
tirado,
mal parado,
odiado,
por los que te atacan
y se quieren imponer
sobre tu libertad,
y claro se ofenden,
porque no pueden
pasarme por encima,
y estarán pendientes
de cuando erre,
para decir que tenían
razón.

Te aviso que nada
de lo que tengo
es regalado,
y hay un Dios
que me sostiene
y me llena,
así lo siento
y estoy agradecido,
pero a veces te necesito
a ti,
que estás a mi lado,
conviviendo,
y a veces esperando
sacar ventajas de mis actos,
a tu favor
o en mi contra
y tu falta de consideración,
de contención,
de no decir una
palabra amable
a los que te rodean,
arruinando cualquier
vinculo afectivo.

¿Sabes que cuando te necesito
nunca estás?
y recurres a mi
para que oiga tus aflicciones,
y no me siento tranquilo
hasta que resuelves tus problemas,
me interesa demasiado
tu bienestar,
por ti he retrasado
y hecho a un lado mis asuntos,
y no me arrepiento,
pero siento dolor,
al saber
que no me acompañas
en mis causas,
es más, ni te importa
como estoy,
te has vuelto superficial,
tan superficial...
y solo hablas de comprar,
y de todos los supuestos
artículos que te hacen
falta y son tu obsesión.

He visto
cómo se desgastan y
arruinan las relaciones,
que parecían tan firmes,
y se empieza con la
falta de respeto,
cuando no respetas
el tiempo del otro,
y obstinadamente
esperas un ideal
o demasiado de los demás
y ellos de tí,
pero lo que más mortifica,
es el desinterés
y otra vez,
cuando las papas queman
y vuelves a recurrir a mi.
Ese circulo sin fin,
ese circulo que parece
no tener fin...