Ventisca amarga
poema de Duende celta
Ni la luz del sol, ni si quiera la luz de la luna,
pueden curar este tormento.
Solo la luz de tu corazón
puede revivir el alma en pena que llevo dentro.
Agonía que recorre las arterias de mis pensamientos,
infierno ardiente que siento.
Si alguna vez me recuerdas, al final del mar te espero,
en mi barco de papel soplando al viento.
Comentarios & Opiniones
precioso...
gracias!!
muy bonito y sentido, te felicito un abrazo.