Vacio o tal vez medio lleno

Dos noches, dos años, dos siglos parecían
tanto tiempo metido entre rejas que al salir mis ojos no se abrían.
La luz iluminó todo lo que tenía
hasta que el perdón volvió a meterme en el pozo donde la salida no existía.
Tanta angustia recorría por mi cuerpo
que necesitaba que por algún lugar escapase.
Salió, pero todas aquellas voces
a menudo por mis heridas provocan roces.