Mis Restos

Mis Restos

Cuando finalmente la tierra me consuma y de mi ser ya no quede seña alguna, quiero que desempolven mis memorias y las lean con la pasión con la que las escribí, que compartan a todos, lo que alguna vez logre vivir. Busquen, precisamente, en esa página llena de gloria, donde plasme que fui testigo del levantamiento de mi pueblo y de la revolución que nos sacó de ese eterno letargo.

Quiero que lean esas páginas de orgullo, donde el amor a mi patria pudo más que cualquier miedo, quiero que cuando mi cuerpo sea simplemente polvo y alimento de insectos, le muestren a mis hijos y nietos los eternos textos donde mis lágrimas cayeron tal cual lluvia de invierno, donde con un nudo en la garganta estampe el orgulloso de haber sido parte de esa lucha en contra de nuestros opresores.

No busco ningún tipo de gloria y estoy seguro que al igual que yo, millones de compatriotas morimos con la frente en alto, el orgullo en el cielo y el nombre de mi patria tatuado en lo más profundo del corazón.

Cuando mis restos ya no sean nada y solo persistan mis ideales, quiero que recuerden ese soberbio día de agosto, donde el amor a nuestras raíces salió de ese mausoleo olvidado y que entrelazadas millones de almas, entonamos con un júbilo inminente cada texto del himno nacional.

Cuando mis restos ya no existan, quiero que recuerden que yo fui, soy y seré Guatemala.

-Diego Mejía-