Ansiedad que perfora el diafragma

Ansiedad que perfora el diafragma

Los melancólicos sueños invaden los sentimientos y quiere migrar mi alma, y alejarse de la frivolidad enferma de la indiferencia, zambulléndose en el abandono de la espesura arbolada, en la septentrional floresta incólume, en la sagrada soledad.
Lejos del anestesiante vendaje en los ojos, del vacío en las entrañas, y de la inefable ansiedad perforante al pecho.
Del espasmo en el cual mi espíritu se ahoga, en un reino de mentiras gastadas, y la noble esperanza es traicionada por tan poco.

Mi alma ansía marchar desalada mente al acervo primitivo, lejos de la aletargada dolencia del ego, y del fatuo narcisismo implantado, dónde los albos sueños ruedan por ríos difíciles, y se transforman en desprecio, y oscuridad.

Mi espíritu Quiere partir, a tiempos en donde la frivolidad no irrumpe, aun lugar en que los ingobernables portentos del tiempo, son ignorados, e invisibles a otros.
Allí, las palabras palpitan en la mente, y reverberan en la imaginación, refugiándose en el alba, en el atardecer, y es en la noche cuándo, todavía tímidas, e impregnadas de sueños, se rinden al poder de la Epifanía.