Pintando un paisaje

Con el fondo azul del cielo, pasan las nubes jugando a que ovejas son, flotando, blancas esponjas al vuelo.

Pinceles volantes pintan el trino de su acuarela, los árboles son su tela que con sus plumas entintan.

Por el bosque va un camino, hecho de musgo y de piedra; que traza una cinta negra al borde de un rio vecino.

Las ramas son unas cuerdas que el viento rasga al soplar, y es su guitarra un altar lleno de flores y hierbas.

Ya las luces de la tarde, cerca del anochecer, como labios de mujer dan al cielo un beso que arde.

Los colores del paisaje, su trazado y claro obscuro, tendrán su matiz más puro cuándo la niebla baje.-