Libertad

No garantizo darte todo lo que reclamas,
proclamando ser tuya.
No caigo tan fácil en tretas tan burdas,
sin sentido, fallidas y típicas.
Juro por mi vida y si lo dudas, por la de mi madre,
que me aluzas más que mil soles en un tragaluz.
Me levantas más que mi café, o más que tus propios besos.
Me tiras al borde y me rescatas volando.
Soy tu morena aunque mi piel se tiña de blanca,
aunque me incline más a las conchas o a la arena que a la propia luna.
Por ti a dios Bendigo y maldigo en el mismo acto,
estoy desterrada del edén aunque se haya vuelto más un infierno sin ti ahí.
La danza de los ángeles vertía hierro ardiente en mis poros en vez de sanarlos.
En mis mejores caídas, en todas estuviste allí.
El día de hoy frente a ti y a mis fieles, te reclamo mío y digo que,
¡Te amo!
aunque esto no signifique que soy completamente tuya.
Te amo así como amo al pez o al aire,
a la vida o al destino.
Te amo así como para odiarte mañana y convertirte en mi estro para solo un par más de rimas.
Te pertenezco pero no te doy el derecho de gritar a los cuatro vientos qué, ya no pienso,
y que me he dicho tuya,
es más mía la noche y no por eso tengo que presumirla.