Arrancaste una flor más de mi jardín.

Prometo jamás volver a llamarte.
No volver a mirarte,
ni a sonreírte,
incluso ni a buscarte entre la inmensa multitud,
¡Maldita sea! siempre logro encontrarte.
Prometo no soñarte más, o al menos no consciente,
si pienso en ti será despierta,
pensando real y no utópico.
Ya no veré nuestras fotos,
ni recordaré el sabor de tu saliva,
ni como tus dedos rozaban mi espalda haciéndola sentir la más bonita de la rosaleda.
Ni te complaceré, ni soñaré con nosotros dos juntos,
una vez más. Tal como ayer.
Prometo no volver a idealizarte, ni a ponerte altares,
ya no serás mi religión.
Ya no más.
Y si mañana decides volver, prometo ya no amarte como lo hacía antes,
ahora te amaré más intenso. Más completo,
Para si decides volver a marcharte,
ya no me duela tanto,
y tú ya no pongas de excusa a tu partida de mí, la falta de amor.

Diana Ivette Juárez López.