Catalepsis

Siento que las heridas están allí,
pero también puedo decir
que ya no importan,
que el dolor que impartieron,
quedó en el limbo,
justo antes del olvido.

Siento que las hadas
hierven agua para bañar un ánimo,
un ánimo relegado
en un recuerdo polvoriento,
siento que lo hacen con la rutina,
con la versión burocrática de un dios desvelado.

Siento reír,
siento llorar,
siento dormir encima de la guerra,
debajo de una paz infértil,
siento el bostezo del titán
que juega con el tiempo;
siento lo irreal
viendo como lo concreto se retuerce,
como se comporta,
como se desliza en las manos;
siento la miseria observando el crepúsculo...

Finalmente siento el nuevo comienzo,
suspirando en la mente de un creador susceptible,
sarcástico, casi burlón...

Sin sombra.