Zancada

Los rufianes insectos se paseaban, buscando entradas hacia su muerte.Las costelaciones se hallaban sin nombre y el viento zarpaba de acuerdo a su rebeldía, debió haber sido la injusticia la que susurraba en las mañanas cuando la juventud salía por los poros.
Quien sabe cuántos años viviré, sin embargo me parece que seguiré peleada con el tiempo igual que hoy. Nos marchamos con la huída de los árboles que se vuelven semillas de otras partes del universo.
De vez en cuando los insectos me hacen pensar en lo poco que sé de este existencia.