Estallar a colores

El cielo fue mi mejor amigo, la inspiración nunca me hacía falta. Recorrí los rincones de mi propia esencia en el viaje de la juventud, peleada con el tiempo cuando me obligaba a verlo pasar.
Mis diarios llenos de lágrimas por las horas que vivian como organismos en el suceder. Quiero volver a tener esa vida plena que me identificaba.
Me detuve a ver los automóviles moverse con necesidad y todo el alrededor se veía tan desolado, no habia nada nuevo de lo convencional.
Para aviso de los minutos, venían las arañas y se asomaban colibríes y libelulas. Volvía el estado de esperanza. Me ví quieta en la plenitud de la casa, buscando respuestas en lo más profundo de mi.
Toda la vida era lo que habia invertido descubriendo como no caer en las casualidades clandestinas del universo.
Decían por ahí:
Escribir es sentir sin pensar en ningún espectador.
Pasaba la vida debajo de este cielo, cuando la luz de las estrellas empiezan a aparecer en la mitad de las nubes y el sol se despide en brevedad.
Quiero entonces encontrar ese hogar que me haga sentir la verdadera familiaridad emocional, estos días han sido un regalo para mi, ver cruzar oleadas de aire karmico y tener la fortaleza de hundirse en sus propias tristezas.
Necesitaba la fortaleza en donde el cielo me apasionaba hasta estallar en colores.