Tu única dueña

Ayer, al sentir nuevamente
El latido de tu corazón cerca de mí.
Cuando pude descansar al fin,
En el silencio de tus ojos color café…
Yo creo que volví a nacer.

Me invadió una inmensa paz…
Algo que nunca había podido experimentar.
Comencé a abrir la mochila del pasado,
Y note que todo lo malo se perdía en el camino;
Mientras los momentos lindos seguían ahí.

Este despertar para mi ha sido único,
Y esta mañana sin dudas, una de las más bellas.
La vida a veces nos pone a prueba;
Así nos enseña que el amor debe dar batalla,
en contra del tiempo y de la distancia.

Por primera vez decidí arriesgarme,
Preferí un tiempo a tu lado que una soledad sin fin.
Y si esto fuese simplemente un sueño,
Pues entonces elegiría seguir durmiendo;
en el lecho de rosas que has armado para mí.

De verdad no se cuando ni hacía donde
Me pueda arrastrar el viento…
Pero estoy segura que en tu pecho quiero anclar.
Para dejar atrás los motivos que me alejaron;
Y darle la espalda al miedo y al dolor.

Olvidamos nuestras faltas y sin reclamos,
Nos amamos con locura hasta que el sol apareció.
He vuelto a navegar en el mar de tus besos,
Donde habitan mis deseos y todo mi ser.
Pude sentir la suerte a mi favor;
Y simplemente me deje llevar por la pasión.

Las estrellas brillaron más que nunca,
Como iluminando nuestro reencuentro.
Por eso ya no importa lo que digan los de afuera,
Tú me has demostrado con hechos;
Que soy, más allá de todo, tu única dueña.