Aprendí a amarte cuando el sol no salía.
Aprendí a apreciar cada cosa que tenías, cada cosa que hay en ti es bella tanto interna como externa, sin importar tu apariencia, virtud o rareza.
Verte todos los días al espejo y repetir que eres lo más hermoso que he podido presenciar. Eres más que una cara bonita y transmites alegría con tan solo una sonrisa.
Tu manera de ser es la pieza perfecta para completar el rompe cabezas que es el mundo.
No hay cosa que ame más que el simple hecho de ser testigo y valorar cada recuerdo audaz que me hace sentir el tenerte cerca. Estar un tiempo a solas contigo y recordar como has crecido me causa sentimiento y emoción.
Eres única, aunque no solo tú, muchos lo son, pero como tú no, sigue brillando y floreciendo como solo tú sabes, cada día mejoras indiscutiblemente, cada día descubro en ti algo diferente, cada día me enorgulleces enormemente.