Paso en falso

Terminó la nostalgia adherida en las puertas,
en un pasillo las sombras bailan
y desprevenidas las devora el tiempo en el aura,
¿Cuántos números se repliegan en los párpados cansados?
¿ y cuánta sangre se drena en lágrimas engañadas?
el otoño condena a los árboles vencidos,
detrás de mí, de mi ausencia, de mi pecado
el perdón hiere más que los pensamientos francos,
tal vez no entienda, tal vez aun falta la última gota de la lluvia…

Fallé, en este intento de colonizar la crecida
de mis anhelos, de mi tacto corriente,
de mi óptica crepuscular, de mi voz taciturna,
tal vez el camino más fácil se recorre de espalda
y con ojos en la oscuridad;
el partir de una flota se siente
cuando pierde batallas largas,
los tapujos aguantan creencias amargas,
en la pizarra la tiza juega
con la confianza desnutrida
no te vayas, siéntate el café no demora ...

He aquí la frágil hebra
sosteniendo arrepentimientos caducos,
de mi infortunio, de mi indigencia, de mi error,
del eclipse que se despierta sobre las cartas quemadas,
quiebra la razón el dolor de la cicatriz,
de tu marcha, de tu esquina, de tus sobras, de tu mancha,
¡oh de este perdón que se niega ser arrepentido!,
mira estos terrenos abonados de flores muertas,
alguna retoñara sobre estas cenizas del corazón hueco,
ahora ya te puedes ir...