ESPEJISMO

Grande es la soledad como el vacío que me invade,
las gentes se mueven a mi alrededor
y en mi alma una implosión de amargos colores.

Todo es sonrisa: Las luces, los adornos, las telas;
el brillo de una noche condenada a perecer
sobre un manto de recuerdos que se resguardan.

Nada permanece, pero las soledad es perpetua,
es la felicidad una valla en el camino hacia el destino,
muchas veces invisible.

Grande es la soledad como el vacío que me invade,
no hay nadie en mi alma, pero están todos,
los que quisieron irse hace mucho que se han ido.

Queda aún sobre la mesa una diamante extraviado
que llegó cuando nadie esperaba su arribo,
y con él, el reflejo de una alegre señorita.

De su ser emanan un millón de fantasmas
convirtiendo la oscura soledad en compañía,
y las gentes que me rodean... invisibles.

Pero nada permanece, el diamante también se ha ido
como se fue el tiempo y los que siguieron su destino,
a perderse como sombras en mi camino.

Tienen luz, pero yo ya no puedo ver su brillo.
¿Será el diamante real o solamente fue un espejismo?
¿Será un sueño más de los que abundan en medio del vacío?