Felicidio

poema de Soco

Tener un solo cuerpo, para un millón de angustias
Y una sola sonrisa para escrutables felicidios
no es grato para nadie, ni para alguien.
Buscar lo desaparecido en los ataúdes del olvido,
Tampoco resucitará los días y las horas.
Sobre todo aquellas fugaces como el nacimiento.
Lo que se termina, se termina
no tiene más semillas.