Una obra pintada a sol ardiente.

poema de Cyro

Está forjada del más puro arte
Tallada en piedra, ilustrada en tela
Sus sueños esculpidos al detalle
Revelan que no es como cualquiera

Una obra maestra, con el tiempo fue rasgada
Atravesada en lanzas que destrozaron
Todo a su paso, dejando su alma cansada
Y convirtiendo todo su esfuerzo en algo vano

Emergió de lo oscuro siendo polvo de estrellas
Que navegaba sobre un aire de amapolas
Incandescentes, donde su corazón resaltaba
Siempre que pensaba acerca de lo que deseaba

El tiempo olvidó rememorar su pasado
Y frente a su mirada antepuso el porvenir
Lleno de alegrías de tiempos ya olvidados,
Un futuro lleno de dicha por sentir

¡Oh pobre sol!
¿Por qué has olvidado a tu hija en un planeta
Donde reinan lo oscuros e inhóspitos?

¡Oh pequeño rayo de sol!
Permíteme revelar el secreto, la estrella madre
No te descuidó, te encomendó una tarea:
Tu fin es propagar tu luz en valles desiertos

Sin embargo, este pequeño planeta no es digno de ti
No merece tu luz ni tus cuidados, está plagado
De bestias gigantes que acechan lo no cuidado,
Y arrasan con todo lo construido a base de mentir

Dulce y sufrida doncella de luminosidad
Huye de estos páramos desolados
Halla astros merecedores de tu intensidad
Y olvida planetas como estos reinados por oscuridad.