Eres la razón

Rompiste cadenas, volviste a creer,
hacia un futuro encaminaste tus piernas,
todo por mi querer.

Dejaste de creer en cuentos de dragones,
en falsas promesas,
en felicidad con emociones,
en monstruos invencibles de cien cabezas,
volviste a creer en ilusiones,
en futuros increíbles,
intuiste que alguna vez
la entrega será de dos corazones
aunque aparezcan obstáculos horribles;
tu corazón poco a poco de las moronas
se comenzaba a levantar al paraíso celestial.

Tu incredulidad duró sólo unos instantes
puesto que de un amor sincero
nunca conseguiste olvidarte,
tu alma se encendió de nuevo
con un beso de un corazón ya conocido,
pero que creíste haberlo perdido,
aún cuando esto nunca pudo haber ocurrido,
esa alma logró llenar la oscura habitación
en la que te encontrabas,
te dio vida y tú a ella aunque no lo relacionabas.

El hondo hueco en tu cuerpo se comenzó a llenar,
tus ideas robotizadas
a los planes que creías pérdidas de tiempo se comenzaron a borrar.

Tú eres la razón por la cual este corazón mío
no te ha dejado de adorar,
todo se vincula con tu ser por eso no te dejo de amar,
por eso ante ti me obligo a ceder.

Es tu causa, tu ser, tu fuerza, tu motivo,
lo que me habilita para a los obstáculos vencer;
te has convertido en mi única verdad
y te entrego mi vida entera
aunque ya sepas que en tus manos ya la traes.

Tú eres mi razón porque tú eres lo único que llena mi corazón,
te agradezco tanto que me hayas convertido en tu sueño e ilusión.

Eres lo más grande que tengo
y nada lo podrá disminuir de tal grado de superioridad
porque eres la razón que me habilita a continuar,
por eso es tuyo todo mi amar.