LA MANCHA DE LA PARED

poema de Contempt

Pocas veces pasa,pero aveces sueltas las manos del volante.
El eterno descanso recorriendo tu cuerpo,
los párpados pesan,
el iris baila,
y las pupilas sueñan.
Ver un cielo manchado,
manchado de tonos grises,
sin azules ni colores,
menos hay soles.
Pobre sol, que triste al estar solo
y a la vez rodeado entre todo.
Y es que aveces el elefante de la habitación es tan grande que no lo ves.
Pasan los días y el elefante sigue en el mismo sitio.
Siguen pasando los días, de lunes a viernes,
sin importar si es septiembre o diciembre.
Duele, duele reconocer, quién es el elefante...