EN LAS SOMBRAS DE TU PALABRA

EN LAS SOMBRAS DE TU PALABRA
Al principio fue sólo un susurro,
un verso amable, una risa compartida,
como el sol que acaricia al alba
sin pedir más que ser visto.
Las palabras fluían como río tranquilo,
caminos cruzados por destino y acaso,
un “¿cómo estás?” lleno de esperanza,
una amistad que prometía ser eterna.
Pero las horas comenzaron a crecer
y con ellas, un eco que nunca callaba,
“Solo tú entiendes”, dijo con suavidad,
y en su voz, el mundo parecía encajar.
Poco a poco, se hizo dueño del aire,
tejiendo redes invisibles,
sus ojos se volvían espejos
donde mi reflejo se perdía.
“¿No lo ves? Estás en mis pensamientos”,
me decía, mientras un hilo fino
me envolvía el alma, sin que lo supiera,
sin que yo notara el camino a su prisión.
Las promesas fueron suaves,
como el viento en la piel,
y cada palabra que me daba
era un paso más en su red.
No supe cuando perdí mi voz,
cuando mi risa dejó de ser mía,
porque en sus ojos brillaba el control,
disfrazado de amor, de cariño.
Hoy, me veo en su sombra,
y no sé si fui yo o él quien construyó
este mundo donde mis pasos no son míos,
donde el “nosotros” ya no es plural,
sino su reflejo en mis deseos.




