Amada mía

Amada mía

Amada mía, ya la tarde se ha asomado a nuestras vidas
despertando con pasión e intensidad aquellas promesas
que en nuestra primavera un día quedaran escondidas
esperando pacientemente el día que dejen de estar presas.

Sabio tiempo, no retorna nunca sus pasos dados,
avanza siempre al frente, irremediablemente,
dejando atrás pasión y deseo, castillos soñados,
sin embargo, el calor de dos almas se conserva latente.

El verano, te ha vestido de gala con intensos colores
tu mirada y la mía, se han reencontrado, es un augurio
de que otoño e invierno nos traerán tiempos mejores
prometo si lo deseas, estar contigo y no cometo perjurio.

En mi mente sigues siendo mi Dulcinea, Julieta, Doña Inés,
escribo versos, prosa y en letras plasmo todo mi sentimiento,
soy Quijote, Romeo, Don Juan, estoy postrado a vuestros pies,
idealista, apasionado y enamorado por ti hasta el último aliento.

Por muchas lunas en tu vida me encontraste ausente
me olvidé de cumplir mi promesa de siempre amarte
sin embargo la vida nos brinda un nuevo presente
La oportunidad de fundir nuestras almas nuevamente.

Puedo en ti sentir por aquellos momentos llenos de nostalgia
Un dejo de tristeza, coraje, desolación, desencanto y rencor,
Eso ha quedado atrás y tu corazón debe sentir gran algarabía
solo debes tomar mi mano y confiar de nuevo en el amor.

Sé que la piel de tu cuerpo aun conserva en la memoria
el calor del roce de mis manos al recorrerlo tantas veces
esa sensación de amarte que no ha borrado la historia
pasión por ti que al volver a verte en mi alma enardeces.

Permite que pueda transformar todos esos sueños planeados
que embelesado de ti y siendo un mozo joven a tu oído dijera
deseo amarte, cuidarte y darte tantos abrazos por mi ansiados
hacerte sentir feliz, el resto de tu vida como un día prometiera.

Carlos Maldonado