Un Ángel que escribe

Hola, han pasado ya 23 años.
Mis ojos han visto aquello que no me querías contar, ahora entiendo el silencio. Mis oídos han escuchado aquello que solo las almas condenadas me querían contar, y ahora entiendo porque estamos perdidos, y quizás, para siempre. He venido al parecer para presenciar el ultimo gemido del dolor humano, las cosas se acaban y todo pasará. He comprendido que el dolor y la locura en realidad, me han mantenido mas vivo que mi corazón y las personas que me dicen amar.
Aún hay mucho que te quisiera explicar, pero se que ya lo sabrás, incluso, pienso que mi permanencia aquí ya es infructuosa y desagradable, Pero he logrado sentir ese amor del que me hablaste, ha sido muy poco, pero es muy fuerte a veces.
Vivimos en un sistema que esclaviza invisiblemente a la mayoría de los seres vivos de este planeta, los humanos somos conscientes de nuestra existencia y nos adaptamos a formas de vida, es por eso que no podemos ver aquellos lazos invisibles que aprietan la garganta de cada hombre y mujer que creen vivir en libertad. La adaptación después de todo, ha resultado ser un arma de doble filo que nos ha quitado la rebeldía de vivir la vida, pero no todos se han dado cuenta aún.
Están todos muy cómodos acá, y la verdad yo podría estar mirando los hermosos paisajes de este planeta por toda mi existencia, pero esa comodidad no es la que los hombres han buscado, ellos han matado para construir sobre su propia sangre una estabilidad pasajera, ven desde las alturas sus grandes creaciones y se maravillan del progreso. Estoy contento porque se que algunos hombres han actuado y aún actúan de corazón y ellos han visto el fruto de su existencia y cuando dejan esta tierra, el universo se alegra, aunque parezca duro decirlo.
Mi vida acá es rutinaria. Estudio para aprender sobre nosotros y solo creo mas angustia al saber que la perversión del hombre ha llegado mas allá de estos cielos.
Yo espero resuelvas algunos de mis problemas porque se que sabes que estoy cansado y creo que aún no es mi hora, aunque créeme que a veces la deseo. Sinceramente te pido que me ayudes a resistir, pero no solo a mí, si no que a todos aquellos que hacen el bien por la humanidad, cuídalos, por favor.