Tengo ganas de un beso ardiente

Tengo ganas de un beso ardiente,
de la opresión de tu bella mano,
¡de una vida rodeada de nada!,
¡de volver al origen del ser humano!.

Tengo ganas de un beso ardiente,
¡que ampolle mis labios con su calor!,
¡el que reviva mi cuerpo inerte!
¡y me dé permiso de hacerte el amor!

Tengo ganas de un beso ardiente,
que me lleve a volar con tus alas,
¡que asfixies al poeta cobarde!
y visites mi lecho en la madrugada.

¡Tengo ganas de tu más bella sonrisa!,
de que en mi pecho sienta tu frente,
de un mundo donde no halla villanos...
¡Tengo ganas de un beso ardiente!.