Ecos del adiós

ECOS DEL ADIÓS

En la sombra del adiós, mi corazón naufraga,
como hojas secas arrastradas por un viento sin fin.
Cada partida es un eco en el abismo,
un susurro de olvido en un mar gris y sin calma.

Las estrellas se apagan en la noche eterna,
y el cielo, que antes nos abrazaba, ahora parece distante.
Cada rostro amado se desvanece en el tiempo,
como pétalos que se desprenden en el silencio de un otoño interminable.

El dolor se convierte en sombra constante,
y la esperanza se disuelve en un mar de incertidumbre.
Anhelo la luz de aquellos que se fueron,
mientras mi alma se aferra a los recuerdos,
como una vela temblando en la tormenta.

Quizás, en algún rincón del infinito,
nos encontraremos de nuevo,
y nuestras lágrimas serán estrellas que iluminen el camino.
Hasta entonces, me aferro a tu memoria,
como un refugio en la vasta soledad de la pérdida.

— Selene Nocturna
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