Un amanecer...

Policromático manto adornando el horizonte,
plenitud y encanto, misterio y duda, ineludible dualidad al incipiente día.
¿Será el mágico perfume del rocío? ¿Será el melodioso cantar de los pájaros?

Un fulgurante haz de esperanza aflora del fugaz crepúsculo matinal,
menguando los infortunios concebidos en la penumbra.

Basta interiorizar tan poético paisaje,
para sentir el abrazo del perdón,
renaciendo así el amor.

Llegó la hora dorada y consigo el despertar de los anhelos más recónditos del alma.
¿Cómo un momento tan efímero me deja tan perdurable embeleso?