Mi propio dos por uno

poema de chipi

Eramos uno, uno y luego dos.
Antonio Vega.

Quería tener la paciencia que tiene mi yo sereno,
esa paz, esa tranquilidad para relativizar el caos,
ver el lado positivo de las cosas sin más vueltas,
esa teoría de la conspiración solo es un mal día,
vértice del que debemos huir lo más lejos posible.

Quería levantar la mano y acceder a los sueños,
en la sólida creencia de una resolución irresoluble,
en el orgullo de una cosecha que nunca coseché,
felicidad tan inmensa que incluso me hace dudar,
pero me temo que nací para soñar tan despierto.

Quería dividirme entre el presente y el yo ausente,
saber cuándo hablar como cuando yo debo callar,
en un controlado libre albedrío que me convenza,
un saber estar en una eterna servil contradicción,
la paz que apacigua la consciencia condenatoria.

Quería poder nacer una vez y otra más después,
un nacer simultáneo que apagase la única opción,
entre la verdad primaria y la segunda dogmatizada,
saber obligado que ahora sé que no es lo que es
y una realidad que de verdad solo tiene el paisaje

Quería poder hablar con el otro yo que vive en mi,
esa otra versión de mi mismo que se viste de fe,
vida para una razón inexperta es trampantojo fútil,
forzada convicción para la narrativa más increíble,
escuchar los consejos serenos de mi consciencia.

JIJCL. 26 de octubre de 2023

Comentarios & Opiniones

cayendo como las hojas

Encarnados versos, sin medias tintas, felicidades!...sigua así!

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