UCRANIA (Cuento corto)

poema de Ambukkazoo

Te contaré la historia sobre una perra algo extraña. Traída desde la ciudad de la ciudad fronteriza, desde muy pequeña, pareció tener otro destino, llegar a ser una perra de gran tamaño por las dimensiones de su cabeza. Era más negra que la noche misma, sus ojos como dos lunas menguantes, que cambiaban de cuando en cuando a lunas llenas.
Sus dueños familiares míos la trajeron a la capital de muy cachorrita, fue creciendo, pero no mucho, porque conservaba su cabezota.
Se tornó en una acompañante fiel, acompañando al abuelo Alfonso a la panadería por el pan, a la tía Roberta al paradero de buses muy temprano camino al trabajo, a los niños de la casa los acompañaba al colegio cercano, aprendió a cruzar pistas y avenidas.
En poco tiempo se convirtió en una petisa y gordita perrita, con extraño caminar, sería coqueta y marcial.
Por cada perro el camino seguida una, procesión de perros parecía. Era común verla presidir una caravana de perros que le seguían cuatro, cinco, seis, diez perros de noche o de día.
Mas que una perrita, una cerdita parecía con una hocico ancho y redondeado una nariz de grandes agujeros hondos, sus ojos eran lunas llenas que brillaban y su pelaje negro brillante como el más fino de los trajes.
Ucrania desarrolló talentos, como eran las de cazar ratas, pericotes y ratones, los perseguía, los cazaba y en formas retorcidas los dejaba. Por eso era requerida en diferentes casas que la pedían o prestada o simplemente era invitada. También ladraba a los malhechores o a los malos choferes de motos y tractores que pasaban a mucha velocidad soltando mucho gas.
Ucrania tuvo muchos amores de cuales también nacieron cachorros, los cuales eran dados en adopción por su dueño el negro Yim, que era padre de Tato y Yaré un niño y niña de hermosos cabellos crespos y hermosa sonrisa
Pasaban los años y seguía Ucrania y sus caravanas de perros que le seguían a todos lados como la historia de un corralón siniestro, que había leído en algún otro lado.

Sus dueños decidieron mudarse a otra ciudad, pero esta vez no llevarían a Ucrania ella se quedaría con los abuelos Don Alfonso y Doña Susi a quienes se la encargarían.
Ucrania pasearía por todo el barrio gozando del cariño y amabilidad de los vecinos.
Justo al costado de la casa de los abuelos estaba construida una torre de hierro y cristal, donde la dueña una joven, la invitaba a pasar, para que se encargase de los roedores vigilancia nocturna y demás, se le veía a Ucrania cuidar la torre allí detrás del cristal.
Me gustaría decir que todo terminó normal, que Ucrania de viejita y rodeada por su familia viajaría al más allá, pero lamentablemente no sería así.
Una mañana Ucrania dormida junto al carruaje de la bruja, al lado de vía nunca imaginó que, en su apuro e imprudencia, a la pobre Ucrania atropellaría y su cuerpo sin vida en el botadero de basura terminaría. Impidiendo así una sepultura y digna despedida, tal vez pocos de Ucrania se recuerdan, pero los que conocimos, de que era genial concuerdan.
Me hubiera gustado, que la hubieras conocido, así sonreirías al recordarla junto conmigo.

Comentarios & Opiniones

ELVIRA COLQUI

Excelente relato,amigo

Critica: 
Ambukkazoo

Muchas gracias poetisa por su generosa opinión un saludo grande Un abrazo Cuídese un gusto Siempre leerla

Critica: