Shabad.
poema de Celeste Alma
Abriendo el libro dorado, me acerqué al vertiente
"- Toma en tus palmas mi juicio "
- sonrojado dijo -
"Acércate...dime
Por qué tus pupilas persiguen mareas?
No es eso un suplicio?"
"- El mar... espejo nítido...
El tiempo es un dios de múltiples rostros
a algunos sonríe ,
a otros instala una roca por vicio.
Conmigo es bifásico...
Sus horas y días, hoja en blanco y negro;
flama o sacrificio.
Tambien amapolas, lunadas bohemias
y cantos de un mirlo!."
Cerró la vertiente su prólogo en blanco.
Erigí el altar de jade,
cirio acostumbrado
y entonces el mantra Adi Shakti, dijo:
"- Pues...qué bien lo haces.
El tiempo lo marcan los dioses del alba y
lo corona un hijo ".