Eres tan terco

Eres terco, oh testarudo obstinado,
aferrado a tus ideas sin ceder un grado.
Como roca firme en medio de la tormenta,
resistes con orgullo, sin dar tregua ni aflojar.

Tu voluntad es férrea, como el acero,
inquebrantable en cada paso que prefieres.
Aunque el mundo grite y te inste a retroceder,
tú persistes, con razón y sin temer.

Tu terquedad es un arma, un escudo valiente,
que te impulsa a seguir, siempre hacia adelante.
A veces, puede que te falte flexibilidad,
pero tu convicción no tiene igual.

Aunque a veces te tropieces, te mantienes erguido,
sin importar los obstáculos, sigues tu camino.
Tu terquedad te guía, en busca de tus sueños,
superando barreras, rompiendo los esquemas.

Así que sigue siendo terco, en tu propia medida,
pero recuerda también escuchar y aprender de la vida.
Porque en la combinación de fuerza y humildad,
encontrarás el equilibrio para triunfar en realidad.