Déjame ir aunque duela

Déjame ir, aunque duela en el alma,
libérame de esta prisión tan amarga.
Aunque el corazón se rompa en mil pedazos,
prefiero volar libre, sin ataduras ni lazos.

Deja que el viento acaricie mi rostro,
que la lluvia lave mis penas, sin desglosar el costo.
Aunque el adiós sea un dolor profundo,
necesito partir, buscar mi rumbo en el mundo.

Dame la oportunidad de ser quien soy,
sin cadenas que me aten, sin miedo a lo que hoy.
Aunque duela separarme de tu lado,
es tiempo de soltar, de dejar el pasado.

En cada despedida hay un nuevo comienzo,
un camino por andar, un horizonte extenso.
Aunque el corazón sangre en la despedida,
sé que la libertad será mi mejor bienvenida.

Déjame ir, aunque duela en lo más hondo,
seré valiente, enfrentaré lo que me escondo.
Prefiero el dolor de la separación,
que la agonía de vivir sin pasión.

Así que déjame ir, déjame volar,
sé que el tiempo curará cualquier pesar.
Aunque duela, sé que es lo correcto,
dejar atrás lo que ya no es perfecto.

Déjame ir, aunque el corazón se agite,
sé que en la distancia encontraré mi sitio.
Y cuando el dolor se vuelva más suave,
sabrás que dejarte ir fue la mejor clave.