Noche.
Ya es de noche,el reloj da sus campanadas de frío
El silencio atronador taladra mis oídos aletargados
La oscuridad va penetrando cautelosa...
Los últimos restos de claridad de un día que no fue
El ocaso ya es palpable, se puede cortar con viejo cuchillo...
El mismo con el que partiste mi alma en pedazos
Mientras cabalgabas desnuda sobre las crines viciosas de un potro salvaje
Aquel potro que solitario me observa y resuella
Como la fragua inmortal de dioses paganos
Dioses fríos de un olimpo perdido en lo oculto de la memoria
Imágenes fosforescente de tu silueta desnuda
Como viejos fantasmas me visitan y me acosan
Pidiéndome suplicante la redención
Que libere Las cadenas azules que te apricionan
Tus labios dicen mi nombre como un murmullo
Tus delicadas manos se juntan como pidiendo
Suplicantes y en vana oración trémula
Cierro mis ojos y muero por ti y por mi.
Comentarios & Opiniones
Caballero, encuentro vuestros textos vastos, profundos y claros. Todo un gusto de lectura.
Reciba mi admiración al trabajo realizado y mis cordiales saludos.
"La oscuridad va penetrando cautelosa...
Los últimos restos de claridad de un día que no fue
El ocaso ya es palpable, se puede cortar con viejo cuchillo..."
Comparto análisis con Dama Azul. Encuentro los versos intensos, destapando sentimientos casi insondables, que emergen de forma clara por la pericia de su autor. Un abrazo.
Dama de azul es un verdadero elogio tu apreciación de mi humilde poema,gracias desde la distancia, y sobre todo por el gran nivel del que haces gala en tus trabajos.
Ángel hermano de letras, tus apreciaciones como siempre justo en el centro,un verdadero honor el que la vida me dio por conocer personas tan cultas y sensibles, abrazos hermano.
Precioso decir, apasionado, sensible, anhelante; un placer mi querido Carlos, feliz noche, abrazos amigo.
Gracias de verdad xio siempre es un agrado leer tus comentarios y aportes,