Versos de Arrepentimiento

En el umbral de los arrepentimientos,
donde las sombras se alargan y los suspiros se entrelazan con la bruma,
Allí camina aquel que no supo valorar.

Sus pasos son eco de memorias rotas,
las risas que no compartió, las caricias que dejó escapar.
El reloj, implacable, marcó su ausencia.

Ahora, en la penumbra de los recuerdos,
busca senderos que lo lleven de vuelta.
¿Dónde está ella? La que fue su sol y su tormenta.

Tal vez en una esquina de la ciudad,
donde los destinos se cruzan como hilos en un telar antiguo.
O quizás en el susurro del viento,
en el aroma de una rosa marchita.

¿Cómo recuperar lo que se perdió?
¿Cómo desandar los pasos dados?
Él busca respuestas en las estrellas,
en las canciones que ella amaba.

Tal vez un mensaje, un encuentro fortuito,
un gesto sincero que abra puertas.
Pero el tiempo, ese cruel maestro,
no concede segundas oportunidades.

Así, entre la esperanza y el miedo,
el sigue buscando, tejiendo versos de arrepentimiento.
Porque el amor, como un río,
siempre fluye hacia su origen.