El Vacío

Al otro lado de mi cama yace el vacio,
se recuesta suave, silencioso, con mucho tino.
Lo escucho resollar, aguanta la respiración.
Sin embargo esta esta ahi, engañando a mis sentidos.

Al alba se ha movido entre las sabanas a libre albedrio,
la luz es su juego conmigo, por la noche esquivo,
ante los colores campante, tranquilo.

Me levanto con él, me baño en su presencia,
mi desnudez es su vestido, su insolencia el mio.
Me persigue por la casa, con su enmudecedor tarareo.
Me ha escondido la llaves, lo deja todo sombrió.

Ella sabe como juega, con quien lanza los dados.
El camino es el tablero, los turnos mis atavios.
He ganado o he perdido, si no hay reglas no hay destino.
El vacio nuevamente, me presenta el desafío.

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