La verdad de Quillon

poema de norberto

Amigo viajero:
este Quillòn que os presento;
no es un Eden ni un Paraiso,
pero su terrenal floresta,
sabe a flores y a trinos,
sabe a frutas maduras y a besos.

Aquì en otoño por ejemplo;
las nubes se visten
con sus mejores algodones,
para visitar al respetable Itata,
que se aleja cantando de la mano con los salmones.

En invierno,
las pipas de los techos
danzan con el arpa de mil cuerdas;
mientras regalan
su aroma a tortilla de rescoldo
y a tazòn de leche con nata corpulenta.

En primavera;
los Arco Iris acicalan su plumaje;
para que encuentres su cantarito
que deslumbra a los ojos
y pone a dibujar los sueños.

En cuanto al verano.¡Dios mio!
Si hay que ponerse las espuelas
para el joven pingo encabritado,
y luego pegarse el chapuzon
en el cristalino Avendaño.

La hermandad y el jolgorio de su gente,
con la buena y variada mesa;
llama a ponerle un vinito de la zona,
que pinta las mejillas de rosa
y alegrar hasta el corazòn mas triste.

!Ven.. esto te lo cuento al oido¡
mìrale los ojos a sus mujeres.
eso si que es Edèn,eso si que es Paraìso
porque si logras tener respuesta;
seràs un nuevo Adan de Quillòn.

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