Sin titulo

No puedo crearte un poema, porque yo misma sé que no sirvo para esto.
No puedo decirte que te amo, porque tú misma lo sientes y si no vibra en tu corazón, entonces no hay amor.
Sinceramente sé que soy una perra, me encanta el drama y adoro el dolor después de cada adiós.
Me gustaría que mi vida estuviera llena de canciones que me han llegado hasta mis entrañas, pero admito que jamás veras que derrame una lagrima por ti, pocas veces me han lastimado el corazón, pero han sido suficientes como para comprender que mi viaje es largo, he rogado hasta por un beso suplicando que permanezca a mi lado y después de los tres días aborrezca su presencia.
En mis pensamientos más concretos me he visto colgada o cortándome las venas, pero aun quiero seguir viviendo esta vida de mierda y no es porque la ame si no porque aun anhelo una esperanza que me haga querer aferrarme aquí.
Mi último encuentro me demostró que esa mujer probo todo lo que desee que un hombre pudiera hacer, retorcerme de tantas mariposas que salían de mi vagina, gemir de tanta satisfacción que salía dentro de mí y tener que poner su mano en mis labios para callarme, el rozar su cuerpo y sentirla desde adentro hasta llegar afuera, mientras veía sus pechos y con mi otra mano tocaba su piel suave y tersa.
Solo existíamos ella y yo en el cuarto, sus labios bajaron a mis labios, sentí su clítoris, provee las sensaciones de esa mujer tan bella y un cuerpo que desde que la vi quería que fuera mío y ella quería ser mía.
Eramos dos almas bailando en una madrugada fría pero las estrellas y nuestros cuerpos calentaban el momento y penetraban nuestro placer y mi placer era esa mujer.
Así que no quiero contextos, quiero el dolor de un cuerpo después de cogerlo, no quiero poemas y muchos menos flores, quiero alguien que me saque de aquí, que no me entienda solo que viva, encontrar ese ser que adore tanto su voz, estoy tan perdida de ilusión, tan necesitada de atención y mi alma esta desnuda, está inquieta.