Higanbana

poema de Bell

La flor del ardiente rojo carmesí,
alumbra la oscuridad.

Los cálidos colores del amanecer
se tiñen en el lienzo,
indicando un nuevo comienzo.

Al ponernos de pie una vez más
volvemos a correr,
Procurando avanzar,
sin mirar atrás,
y haciéndonos más fuertes al tropezar.

Floreceremos
y reflorecemos,
una y otra vez,
como higanbanas.

Hasta que la inagotable luz
de nuestros deseos deje de brillar,
renaceremos y seguiremos en nuestro camino
hasta a nuestro propósito poder llegar.

Comentarios & Opiniones

Dana

Me gustó tu poema saludos

Critica: