Árbol de albaricoque

poema de Bell

Mi partida te dolió,
y de seguro te desdicho.

Aquella voz me llamó,
para torturarme sin pasión,
Arrancó mi corazón,
y luego lo enterró.

Que las gotas de
la lluvia no nublen tu vista,
que no se deslicen por tus mejillas,
por que sino se borra tu preciosa sonrisa.

En primavera me verás florecer,
en verano fruto echaré,
en otoño e invierno me marchitare,
sin embargo,
no moriré,
porque aún ahí estaré,
para volver a florecer.

Mi corazón es de albaricoque,
fruto agradablemente dulce,
aunque ya no tiene sangre,
y ni siquiera late.

Albaricoque nace de mí,
desde las miles de flores en
que me convertí,
pero todas juntas me forman a mí,
ya que son diminutas porciones
que el demonio desgarró de mí.

Si te sientes sola danza entre mis flores,
si no hay flores,
come uno de mis frutos,
si no hay frutos,
háblame que te escucho,
si no me puedes hablar,
escríbeme que respondo.

Te amo y extraño,
pero ya no te puedo dar abrazos.
Aun así,
ni la vida ni la muerte,
podrá romper nuestros lazos.

Comentarios & Opiniones

Bell

Buenas, ¿Cómo están?
Les quería comentar, que este poema fue inspirado en un mito que tuve que inventar par un proyecto escolar.

Critica: