京都 (Kyoto)
poema de Beatriz Robles
Alfombra de sangre escarlata
que cubre serpientes de cemento
recibes a las hojas doradas
pintadas en el pavimento
Mujeres de caras pálidas
cabello oscuro
y miradas dóciles
animan las telas
con risas frágiles
Escultura perfecta elevada al cielo
recuerdas el pasado a los lugareños,
marcando la entrada al extranjero
y protegiendo al niño pequeño
No importa que el cielo esté gris,
tus vestidos tienen la primavera
Tu pabellón tiene el oro,
y tus montañas cantan en coro
Tu cintura está envuelta,
en largos caminos de historia
y tu belleza no está absuelta,
de una eterna reverencia.