MUDANZA

Hace unas dos semanas me mudé con mi esposo a un nuevo apartamento sobre la calle Corrientes, casi esquina Uruguay. Yo elegí la zona, el sitio es hermoso y ya saben que esa enorme avenida jamas tiene sueño.A media cuadra está el Café La Giralda, una excitante provocación amigable que nos brinda un poco de paz en medio de la locura de Buenos Aires y donde puedes hallar los vestigios de las musas quebrantadas con solo probar una taza de café.
Me había olvidado que este lugar, es uno de los centros neuronales de todos los ruidos y protestas que ocurren en argentina. Los sonidos que allí habitan, me han acompañado desde niña, así como los pañuelos desgarrados de las madres de plaza de mayo, pero los había olvidado ,hasta el mismo alquitrán denso de las calles, donde los perros quedan adheridos a su mucosa viscosa.
Hoy desperté extraña, mis mejillas están rojas y arden mis párpados, tengo la sensación de que voy a enfermar. Me asomo a la ventana con mi taza de café en una mano y en la otra llevo un cigarrillo. Hay tanta soledad y tanto silencio allí afuera aùn y me siento muy feliz como nunca en mi vida me había sentido antes.La mudanza alivianò esa pesada molestia que cargaba en mi garganta desde hace un año y aunque mi cuerpo me pide en este momento volver a la cama, intento ordenar mi memoria, cuando un impulso de insensatez llega y tropieza como las aguas de un rápido y me provoca un gran vértigo... pareciera como que aún resuena en mí, un enorme eco de una voz que lastima.
Mientras amenace holgazán observo, como por sobre aquel paredón de enfrente, nace, casi resentido, los primeros rayos de la mañana y colapsa entonces, un manojo de recuerdos que se agitan bajo el sofoco de una hoja aplastada por la duda, de una noche llena de historias pasadas y perversas, que me he prohíbo volver a mencionar jamás.
El olor de la melancolía contrasta ahora, con algunas de las intrigadas crónicas imperdonables de aquel arroyo contaminado que atrapaba y degradaba mis energías, cuando comenzaba él mismo, a narrar el día, junto con la migración bulliciosa de las aves, que partían en busca de larvas y otras aguas más vírgenes, fuera de la crueldad de sus oscuros líquidos.
Ya estoy muy lejos de allí por suerte, mi vida cambió, yo solía sentir miedo, un miedo aterrador que solo me dejaba ver la deformidad de la vida. Amaba solamente los días pares para desaparecer luego en los impares ,pero esta vez, aparque mi vida hasta mi final, en los mejores labios.
Un sobresalto extraño, que llega desde el fondo de mi memoria me amonesta, me advierte que no debo seguir pensando y se atraviesa de repente como un relámpago dentro de mi espina dorsal, y me saca de la ventana por donde observaba el movimiento del amanecer y mis nostalgias, entonces, dejan de crecer y vuelvo a mi realidad.
Soy muy feliz ahora y más porque una de mis hermanas y sobrinos viven muy cerca de aquí y aunque quizás hoy también, corten la luz en mi zona y deba prepararme para bullicio que luego vendrá con los cortes de calles de los vecinos protestando, iniciando con las palabras y los golpes de ollas, el final del silencio, en algunos de los barrios de mi Bs. As amada, la felicidad igual, me desborda.
Yo que he viajado tanto, detrás de flexuosos juramentos, he llegado al final del laberinto donde me encontraba. Descubrí una salida y justo delante de mis ojos, me esperaba un sereno y fascinante vergel que me convidó de su primer rocío y cobijÒ mi alma, bajo el vibrar de su cándido y sincero sol.

Ya se me hace tarde, debo ir a ducharme, no quiero llegar tarde a la oficina.Hasta pronto.

AZUL STRAUSS MARKUART
TÍTULO:MUDANZA
Autora :Azul Strauss M.
13 DE MARZO 2016
BUENOS AIRES.ARGENTINA
©Copyright –Derecho de Autor Reservado

Comentarios & Opiniones

ELVIRA COLQUI

intersante y colorido escrito,lleno de instrospección y buen relato.

Critica: 
Azul Strauss Markuart

Muchas gracias mi querida Elvira,muchos cariños

Critica: