Te extraño guerrera
poema de Ausaqui
Con una lágrima en la mejilla, recordé
lo que me dije de niña: no temas,
siéntete a salvo porque te aman,
confía, porque te escuchan,
has, porque puedes.
Mi mundo comenzó a vibrar y sin querer
baje la frente.
De repente, no fui eso
que pensé necesitar
y catalogar como suficiente.
Fui todo menos esa inocencia
y esas ganas de destacar.
Confieso que tengo pedazos
de aquella persona.
Ay guerrera valiente
¡¿Que hice para perderte?¡
Ya ni el piso es suficiente
cavé mi propio hoyo
y ahora no sé cuanto cueste salir.
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