Improvisación poética

Sola no estás,
tienes hija y nieta allí,
solo estoy yo...yo si, solo

Con estás sábanas frías
y las almohadas cansadas de tanto
de tanto aguantar mis pensamientos

Caen como cascadas mis lamentos
en frías pernoctas y rebotan
sobre adoquines acústicos que al eco
son como llantos del lobo estepario aullándole a una luna
apoyada sobre el campanario

Un sinfin de sombras pasando,
séquito en levita con escapulario murmurando inaudibles voces
que al oido se percibe
un enjambre de abejas volando

Mi cabeza ¡Ay, mi cabeza! Estoy soñando, los parajes pasados pernoctando
en balanzas sin agujas ponderando
el cada paso que ahora voy dando

Y ya vez, estoy bordando
en hertzianas de tí, tanteando
la cada palabra procurando
dejarte el poema y amando

Ese poema bonito, ansiado.
de tu boca canela y faz,
de la luna en mastil preñada
de brumas divinas y playa

Mientras a lo lejos poeta, reclama
y llora sus penas, pasadas,
una luz en tu rostro, dibujada
con pincel en tus manos coloreas

No es un pedacito, es todo...
comenzó el poeta pronunciando:
" no estás sola, tienes hija y nieta..."
en verbigracia poética hilvanando

Y sólo ves el final, colgando,
el resto de versos, cantando
como rapsodias de monte perlado
o elegías de quienes viven, soñando

Tienes tus poemas bonitos,
el de anoche y el de ahorita ¿Si?
No le exijas más a mi suerte inspirada

Las musas no me visitan, madrugadas todas las noches y días, vaya, vaya
pasos mullidos, escapadas
letras en tinteros, acumuladas

Es cuestión de momento y sensibilidad, un caldo de cultivo a lo Pasteur... espontaneidad en la pasteurización implícita de mis poemas, inspiración

Y tú, ¡Ernúa! En la hamaca soñando sueños que resbalan por las lianas
que le cuelgan mientras mecen
cuerpo de tu cuerpo soñado
y sueña sueños que te sueñan

Canela piel porteña que
abraza el sol costeño
del sizisizizi...margariteño

No ofrezco tanto, sólo mi alma perseverante y joven,
mi cuerpo no dice lo mismo pues
es antagónico de lo que llevo dentro

Son mis pensares y sentires norte
que describe mi art poetic
no así el magullado cuerpo,
envase frasco, de la mía esencia
autoctona de la presencia
del poeta que me habita

Y éste poema comienza arriba
y acá termina
en luna calma
de noches frías

Augusto Plasencia