Frío en la playa

Tengo días que las musas no me visitan, ésta mañana pasó una por ahí como a las 5 am pero recogiendo agua, a las 5:30 am se evaporó en el pensamiento del amanecer, creo se fue tras el sol.

O cuento o relato o égloga,
¡oh, Celestina! ¿Dónde has ido?
¿A los parajes alboreos del Macuto añil en pincel titiritero?
¿Acaso, el trapo reciclado de pintas amarillas en manos Reverón?
¿Dónde Celestina, tus vitríos ojos azabaches que me ven Cicerón?

¿Dónde las aguas tibias de la playa que el norte congeló?
Frías mis manos, pies, cara, mis...mis voluntades de hombre, poeta, viril,
se escondió el sexo de entre aguas orladas
que frías amanecieron de tanta congelación

Y arriba un sol que tenúe brillaba de amarillo resplandor que no calentaba...
un paragua me pareció, una mano tapaba
Una torta cortada

Niños saltaban, una pelota golpeaban. adultos nadaban, los observaba
entre tanto estupor, tiritaba,
mis tetillas prensadas, congelación

Apelmazada, la arena, fría
como guijarro en la nevera, dura
como la acera de hormigón
sumisión de mis dedos engarrotados,
en tanto dolor, el sol se ocultaba
en nubes prestadas de la montaña

Verdor que aprecio me mata,
azul que quiero me ahoga,
calor deseado me niega
la nube plebeya de la montaña

Visión no es de mañana,
mediodía insolente empaña
el sol que añoro no estaba
en las playas que siempre,
el poeta vive y ama

Tres versos se perdieron, resbalaron
las olas les recogió, llevados
al salado y frío bordado
y de azules hermosos pintaron

Augusto Plasencia