Una pequeña gran historia

poema de Art

14/11/19
Eran aproximadamente 5:30pm, se sentía muy cálido en todos los aspectos, el aire no era helado, y eso que el pronóstico del tiempo decía que iba a hacer frío. Bueno, la cosa es que así estaba esta calle hace rato, y ¿por qué hablo de esto?, bueno, el detalle es que en esta misma hora, hace unos años atrás pasé en esta misma calle, recuerdo que sentía mucha tristeza en ese momento, porque era mi segundo trimestre, y lo veía muy difícil, todo era muy complejo, las materias pesadas, los maestros diciendo que todo ya lo debíamos de saber, y yo intentando de animarme, —seguro solo lo dice para atormentarnos, pero luego veía que mis compañeros que decían, —Sisisi, eso ya lo sabemos, pasemos a otro tema, y es cuando yo con mi cara de oh rayos!, —yo no sé, jajaja. Bueno, regresando en la parte en que iba caminando hace unos años, recuerdo que iba muy decepcionado de mí mismo, porque todo se me hacía muy pesado, y recuerdo bien que tuve una muy mala racha en esos días, porque eran días de pruebas, en donde yo tenía tres exámenes en un día. Lo recuerdo muy bien, un trimestre que jamás olvidare, intro al cálculo, cinemática y dinámica de las partículas, complementos de mate, sisisisi eran las materias que aplicaron exámenes en un solo día para mí, y para acabar un miércoles, jajaja, es gracioso, porque uno dice —señor, ¿por qué no pudo ser un viernes?, o incluso un maldito jueves, pero nonononooooo, hay que sufrir en esta vida, y por arte de magia el mundo dice —hay que darle a mitad de semana, para que siga sufriendo el resto de los días de la semana con trabajos y otros exámenes.
Bueno, fue un día muy deprimente, en la cual yo decía que mejor me regresaba a mi ciudad, porque no creía poder aguantar tanto, o incluso no sabía dónde regresar, porque no tenía como tal una casa propia. Todo lo que me rodeaba era muy diferente, pero a pesar de todo yo salí adelante, me desvele como nunca me había desvelado en esos días. Uno cree que con desvelarse y echarle muchas ganas puede conseguirlo, pero la vida no es así, yo reprobé varias materias aun esforzándome mucho, y siempre pasaba con la mínima calificación o la regular. Los demás trimestres estuve entre el vaivén de los ánimos y la negatividad, a veces recibía críticas negativas por parte de los profesores, me desanimaba mucho, a veces me lo creía y a veces no, pero hubo un profesor en cierto trimestre, y él me elogio, y mis compañeros de equipo hicieron lo mismo, ahmm, es que tuvimos que exponer un tema que hasta la fecha lo recuerdo, pero bueno, esa es otra historia, la cosa es que ese profesor inconscientemente fue quien me dio unas palmadas en la espalda y logré seguir adelante. Fue la mejor sensación que tuve en varios meses estando en la Universidad. Luego de eso, nunca deje de esforzarme, seguí desvelándome, aunque esos desvelos o esfuerzos valieran la mínima calificación, pero a pesar de eso, no sabía si estar orgulloso o no de esas calificaciones. Materias más avanzadas fui conociendo a profesores, y algunos me fueron reconociendo, de allí en adelante yo ya había cambiado, ya era una persona totalmente diferente.
En la actualidad, comencé a hacer mi propuesta de proyecto, de hecho en este día lo presente ante el comité de estudios de mi carrera. Recuerdo que haces unos meses cuando fui a ver a la profesora Elizabeth, que ahora es mi asesora, le fui a comentar que si tenía de proyectos, y ella me desgloso sus temas, a lo que yo quede muy fascinado porque yo quería trabajar con lo mismo que hacia ella. Entre dudas y miedos acepte hacer mi proyecto con ella, ¿por qué el miedo? ahm bueno, es que iba a ser un proyecto que tenía que ver con electroquímica, y a mí se me complican esas materias, pero al final yo acepte, y para mi sorpresa, la profesora me comento —Vamos a estar trabajando con el Dr. Gerardo, he allí una nostalgia, era el profesor que abrió una brecha muy diminuta a mi carrera como ingeniero, y ahora yo estoy trabajando con ellos.
Lo gracioso es que, mientras iba caminando recordaba eso que sentía hace unos años… Ahora ya no sentía tristeza, sino sentía una inmensa felicidad, aprobaron mi proyecto, el sonido de los aplausos, el —Muy bien Arturo, ingeniero, amigo, excelente Arturito… Todo eso, no creí escucharlo en aquellos años, ¿quién lo diría? Ahorita ya estoy por terminar mi universidad, estoy trabajando con las personas que abrieron una brecha en mi vida, además de estar trabajando con un proyecto que jamás creía de niño poder trabajar, más bien ni conocía, un material compuesto que tiene propiedades mejores que las de un hueso humano, dando un camino a los biomateriales, dejando atrás las aleaciones que se utilizan como prótesis. Aunque la verdad no sé qué es lo que me depara el destino, porque quizás en unos años este debajo de un puente jajaja, o quizás no, quien sabe, solo quise escribir lo que estoy sintiendo en estos momentos, y el logro que he llegado a tener hasta este momento.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Siempre son logros que quedan y no se irán me encanto! tu viaje en los exámenes y todo.felicitaciones y saludos.

Critica: 
Josue Aymer

Oh, que linda historia que narra lo que lograste con mucho esfuerzo propiciando un profesor quien te ayudo a salir de la oscilación, me gusto mucho, un placer, saludos.

Critica: 
Celeste Alma

Exámenes en Miércoles son la morte, maldita sea!

Oye, sólo me quedó una duda.
Bueno, cuando yo iba al cole mis padres eran los que siempre me daban todas las bendiciones y me infundían la seguridad en mí misma para poder sacar adelante cada

Critica: 
Celeste Alma

Prueba y proyecto.
Eso desde que yo era peque.
Tus papás hacían eso también?

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@Silvia, muchas gracias por haber leído mi pequeño escrito, que digo, mi pequeño suspiro del pasado.

Critica: 
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@Josue Aymer, Gracias por pasar a este rincón olvidado por los escritores. Te mando un fuerte abrazo, y muchos ánimos.

Critica: 
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@Celeste Alma, si, mis papás hacen lo mismo, pero yo me separe de ellos a los 11 años aproximadamente. Aunque trato de ir a visitarlos cuando tengo vacaciones, pero es difícil, porque están separados y viven muy lejos de mi.

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